Jose Hilario Viñeiredo Ulías es un funcionario de Madrid en el macromundo al que se le atribuye la creación del micromundo.
Biografía[]
Jose Hilario Viñeiredo Ulías es un funcionario madrileño soltero que construye en sus ratos libres un portal de belén, representado como el Jardín del Edén, en el sótano del inmueble en el que vive. Además colocar sobre una mesa varias plantas y bonsáis, talla dos figuras pequeñas de madera de un hombre y una mujer.
Una noche baja al bar Denver, bajo su casa, y allí conoce al enigmático don Sinfo, que tras compartir con él una noche abusando de alcohol decide concederle un deseo.
Al día siguiente, las dos figuras de madera han cobrado vida. Jose Hilario concluye que ese hecho ha dado sentido a su vida y cuida a las dos figuras como a hijos. Cuando uno de los bonsáis da frutos, advierte a los seres diminutos que no deben comerlo pues desconoce si es venenoso. Cuando descubre a la pareja comiendo la fruta a escondidas, entra en ira y decide abandonarles en el sótano, arrebatándoles cualquier comodidad.
20 años más tarde Jose Hilario está a punto de jubilarse. Pocos días antes de dejar el trabajo visita el sótano por casualidad y recuerda a los pequeños seres, a los que había olvidado. Al entrar observa cómo se han reproducido y empequeñecido los micromundeses y cómo se han expandido por toda la habitación, desarrollando civilizaciones que batallan entre ellos en su nombre. Culpabilizado, decide esperar al día de su jubilación para volver al sótano con un plan para enmendar los males.
Tras finalizar el homenaje de jubilación en la oficina, al llegar a casa descubre que su bloque se ha derrumado, dando equivocadamente por muerto a todos los micromundanos. Tras caer desmayado, don Sinfo confunde a las autoridades para que informen mal la calle en la que encontraron al hombre desmayado. Tras ser trasladado a un hospital cercano a Plaza Elíptica, despierta con amnesia, habiendo olvidado su identidad y a los micromundanos.
Inspiración[]
Jose Hilario Viñeiredo es el alter ego del escritor Jose Eduardo Valenzuela, y que utiliza el autor en varias de sus novelas: "Como a dos voces" (1985), "Sobre viejos veranos" (1991) y "Desde el limbo" (inédito).
Santiago Valenzuela, hijo del escritor, toma prestado el personaje aplicándole algunos cambios y otorgándole la imagen de su progenitor.